Las hamburguesas son pequeñas, grandes las enseñanzas

En la fiesta de mi cole, como en todas las fiestas de colegio, pusieron una barra. Podíamos comprar bebidas, pinchitos, hamburguesas...

Los chicos habían sido advertidos y casi todos traían un par de euros para poder tomar algo, donados por papá o mamá. En otros casos era una abuela orgullosa de ver bailar a su nieto quien abría el monedero ara subvencionar unos refrescos a la chiquillería. Algunos padres protestaban porque la cerveza era sin alcohol.

Las maestras también tenemos hambre. Unas más que otras. Así que me fui a la barra y me pedí una fanta y una hamburguesa. Me dieron una tamaño mini, porque era lo que había. Me la quedé mirando con pena, porque eso a mi me iba a durar dos bocados.

Buscando un sitio apartado para comerme aquello con tranquilidad me encuentro con el psicólogo de peces, que también lleva comida entre manos.

- Ey, ponte aquí conmigo, comamos juntos.

- No puedo, tengo que enseñarle la comida al maestro para que vea que me he gastado lo que me ha dado en la comida, ¿lo has visto?

- No, hace mucho rato que no veo a tu maestro. Come conmigo y yo soy testigo de que te has gastado bien el dinero, anda, yo se lo digo a tu maestro.

Nos sentamos juntos y le ayudo a echarle mayonesa y ketchup a la mini hamburguesa porque le cuesta hacerse con el sobrecito, y le gusta sentirse cuidado.

- Esta hamburguesa es pequeñísima.

- Es verdad. Todas son así.

Observo de reojo su ceño fruncido. Y su cuerpo más pequeño de lo que debería ser en un niño de su edad.

- No te agobies. Si te quedas con hambre te invito a hamburguesas y refrescos hasta que te quedes harto.

Levanta la mirada y me mira a la cara con atención.

- De verdad que sí. Come, que si quieres más ahora yo te invito. ¿A qué están ricas?

Se termina en silencio la micro hamburguesa.

- En el sitio donde vivo los chicos dicen que los maestros no quieren a los alumnos. Pero yo SÉ que no es verdad.

Sorbe su fanta. Mira al patio, donde un grupo de mis compañeros, maestros y maestras, bromea con otros alumnos. Se vuelve y me manda una mirada limpia.


Misión cumplida. Doy por terminado el curso 2012-2013.

Comentarios

  1. Qué majicos son los niños...
    ¡Y qué grandes sois los maestros!!!

    ResponderEliminar
  2. J***r Lileth...que me has hecho empezar la mañana con la lagrimita cayendo...desde luego que llegar al curso con todos los objetivos didácticos al día debe ser reconfortante, pero estos momentos son lo más de lo más. Eres una crack!
    Yaiza

    ResponderEliminar
  3. Y porque sigo llorando cada vez que te leo? que grande eres?

    y que emocionante poder leerte y ver que es verdad, que todos queremos a nuestros profesores...yo el otro dia vi a la mía, la que tenía hace 20 años y no pude parar de abrazarla y decirla que gracias, que es una pena que se jubile pronto y mis hijos no puedan disfrutarla...

    ResponderEliminar
  4. Ay! me has emocionado! que pena lo que hacen con algunos niños. Qué buena eres y gracias por compartir estas historias. MNieves

    ResponderEliminar

Publicar un comentario