Las causas de la vergüenza
Como ya he contado por aquí, este año imparto en varios cursos la asignatura de alternativa a la religión y,a veces, trabajo habilidades sociales con mis alumnos. Uno de estos días hablábamos acerca de esas situaciones en las que nos sentimos avergonzados, las situaciones que nos hacen sentir así y la presión social ante esa sensación de vergüenza. Así, fuimos comentando y reflexionando que, a veces, nos avergonzamos por cosas que no tienen la mayor importancia. Vaya, que yo intentaba hacer una clase donde la conclusión fuera eso de pasar un poco de lo que digan los demás, de superar la vergüenza y esas cosas. Y como tienen diez años hablamos de lo avergonzados que se sienten cuando un familiar te da un beso en público, cuando nos caemos delante de cierta gente, cuando sacamos mala nota y no queremos que lo sepa nadie. La clase iba como la seda, les estaba desmontando a los chavales eso de la presión social... Y entonces, habló J. - Pues a mi me da vergüenza mi padre. - Cl