Conclusiones de una semana larga y extraña y...
Uf, me parece que desde el lunes pasado hasta hoy sábado han pasado mil años. La semana a tope de trabajo, por la noche los horrendos cursillos prematrimoniales y un tremendo resfriado a partir del jueves. Todo para mi, oye.
Y hoy sábado, jornada de reflexión he aprovechado mi estancia en la camita para darle vueltas al coco y extraer una serie de conclusiones semanalaes.
- Cuando voluntariamente me echo a las espaldas más trabajo del que me corresponde en el currelo hay quien se pone suaaaave conmigo.
- Mi cuerpo mengua y aumenta de volumen si razón ni motivo aparente. Y sin provocación.
- Cuando peor tengo la voz, cuando estoy mala, cuando decido echarme una siesta es cuando me llamarán de la tienda del traje de novia.
- Una vez que me he acostumbrado a leer en formato electrónico me resultan incómodo los grandes libros en papel, esos que pesan tanto.
- Quiero un mono. Un mono de los de vestir, se entiende. Pero ni presupuesto ni tipo, que los monos son muy traicioneros.
- Las barritas de chocolate crujiente de Bimanan están buenas. MUY buenas. Podría sobrevivir alimentándome solamente de eso. Y si mis chichas siguen e su sitio quizá tenga que hacerlo.
- Mi memoria está cada día peor, de verdad.
- Cuando llega la época en que se pueden tener abiertas las ventnas de la casa todo el día, las tenemos que cerrar porque entran mosquitos.
- No por mucho madrugar llego al cole más temprano.
- Hay gente muy agradecida. Y gente muy desagradecida. Y la gente desagradecida suele ser más desagradecida que agradecida la gente agradecida.
Y hoy sábado, jornada de reflexión he aprovechado mi estancia en la camita para darle vueltas al coco y extraer una serie de conclusiones semanalaes.
- Cuando voluntariamente me echo a las espaldas más trabajo del que me corresponde en el currelo hay quien se pone suaaaave conmigo.
- Mi cuerpo mengua y aumenta de volumen si razón ni motivo aparente. Y sin provocación.
- Cuando peor tengo la voz, cuando estoy mala, cuando decido echarme una siesta es cuando me llamarán de la tienda del traje de novia.
- Una vez que me he acostumbrado a leer en formato electrónico me resultan incómodo los grandes libros en papel, esos que pesan tanto.
- Quiero un mono. Un mono de los de vestir, se entiende. Pero ni presupuesto ni tipo, que los monos son muy traicioneros.
- Las barritas de chocolate crujiente de Bimanan están buenas. MUY buenas. Podría sobrevivir alimentándome solamente de eso. Y si mis chichas siguen e su sitio quizá tenga que hacerlo.
- Mi memoria está cada día peor, de verdad.
- Cuando llega la época en que se pueden tener abiertas las ventnas de la casa todo el día, las tenemos que cerrar porque entran mosquitos.
- No por mucho madrugar llego al cole más temprano.
- Hay gente muy agradecida. Y gente muy desagradecida. Y la gente desagradecida suele ser más desagradecida que agradecida la gente agradecida.
Suscribo totalmente lo de las barritas, he probado varias de Bimanán y de "marcas blancas" y todas esas porquerías están buenísimas. Y lo de la memoria, creo que seré de esas personas que sufrirá un Alzheimer precoz de los gordos... :S
ResponderEliminar