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Mostrando entradas de febrero, 2009

Reflexionando acerca de la propiedad privada

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Estos días leo "Los desposeídos", de Úrsula K. Leguin.

Cuestión de sexo

Pregunta de examen de Lengua y Literatura de primer curso de la ESO: 2.- ¿Es lo mismo género y sexo? ¿ Por qué?. Respuesta de un alumno: No. Porque el género es para si la palabra está en masculino o en femenino y el sexo es para el singular y el plural. Razón no le falta, en eso de que el sexo puede ser en singular o en plural, pero se acaba de ganar un cate en lengua.

Anticipación

Anoche mi madre me dijo que me iba a tener preparadas unas patatas al horno para el almuerzo de hoy. Y hoy, a estas horas, mientras mis alumnos hacen un examen del que estoy dando más pistas que un asesino torpe, mientras se termina (¡por fin!) de levantar la niebla que ocultó el sol toda la mañana, mientras aprovecho la hora estudiando para la opo, mientras recuerdo que no me apetece nada seguir viendo muebles esta tarde, solamente puedo pensar en que dentro de una hora y media estaré sentada comiendo exquisitas patatas al horno de mamá. Gula anticipada. Doble disfrute.

Monotema: Poniendo el piso

Esto de poner un piso agota la paciencia de cualquiera. No consiste en encontrar muebles que te gusten, que puedas pagar y punto, sino que has de componer todo un ambiente con estilos coherentes y colores que armonicen. Es como hacer de estilista, pero a lo bestia. Estos días El Señor X y yo no paramos de ir a tiendas donde hablamos de tapicerías, colores, texturas, líneas curvas y rectas, tipos de frigoríficos y lavavajillas. Es todo un ejercicio de paciencia. Para colmo, las casas parecen tener la fea costumbre de estirar y menguar a su antojo, así que periódicamente medimos intentando encajar los muebles que tenemos vistos en uno u otro lado. Lo que parece que cabía de pronto ya no cabe. Mi salón ha encogido un metro; lo juro. Ayer estuvimos mirando cocinas (otra vez) y de nuevo soltamos el mismo rollo de siempre: Tenemos la cocina integrada en el salón, queremos un acabado tal y cual... Solemos echar más o menos una hora dando explicaciones y medidas y quien nos haya atendido qued

Optimismo preprimaveral

El sábado estuve de compras por Sevilla con el Señor X. La búsqueda de muebles para el piso nos está haciendo recorrer más kilómetros que Forrest Gump en busca del sentido de la vida. Estuvimos en Natuka y en Merkamueble (por mirar que no quede) y nos quedó la sensación de que en todos lados hay más de lo mismo: bien estilo rústico, bien estilo "moderno" y de líneas rectas, pero casi todo en colores oscuros. De ahí pasamos a Nervión. Comimos en el VIPS y nos pasamos por Natuzzi, donde tuve el placer de poner mi culo en un sofá que cuesta un millón de pesetas (5500 €, para ser exactos). Nos atendieron tan bien que terminamos pidiendo presupuesto de un sofalete que lo mismo cae y todo. A la vuelta hicimos una parada en el Centro Comercial Aire Sur donde, una vez más, me reafirmé en la opinión de que la tienda Blanco de ahí es la mejor que conozco; y no es por lo grande que es la tienda o lo bien presentada que tiene la ropa, sino por la atención de las chavalas que trabaján ah

Más temprano no, por favor

Tengo un par de alumnos de ESO con los que a diario me tengo que aguantar la risa en algunas cosas, y con otras me río abiertamente hasta que me duelen las mandíbulas. Hoy, en una hora que tenemos dedicada a la lectura, he decidido que ya estaba bien de tanta novela y tanto cómic y les he llevado unos periódicos. Como se trata de formar en hábito lector, en vez de sugerirles que se lean una noticia que yo decida (hubiera elegido algo relacionado con Palestina) y mandar comentario y/o resumen los he dejado que decidan qué es lo más interesante para cada uno (Los efectos nocivos de la marihuana lo han leído todos), que comenten las noticias a su antojo (manteniendo las formas), que miren y remiren su periódico y que se recomienden artículos unos con otros. Como experiencia didáctica ha sido de diez. Como experiencia divertida, aún mejor. Uno de los artículos del periódico hablaba del famoso "decretazo", esa ocurrencia que ha tenido la Consejera de Educación de Andalucía (toda s

Peor cuanto más cerca

Hay veces en la vida en la que te preguntas cómo sería eso de vivir tus sueños y la diferencia que existe entre la realidad y lo que te habías imaginado. Unas vacaciones soñadas en una isla paradisiaca se ven truncadas en la realidad por el agua no potable y los asquerosos mosquitos. Con las distancias pasa lo mismo. Lo que de lejos te parece estupendo de cerquita te da grima y, a muy corta distancia, puedes observar los defectos ampliados hasta que sientes arcadas. Hoy me ha pasado con una persona que he conocido. Lo más importante no es que cada vez que haya abierto la boca se me hayan venido a la mente multitud de adjetivos: - Creída. - Mentirosa. - Presumida. - Bobalicona. Ni tampoco lo han sido esos comentarios que se me han venido a la cabeza: - Eso no te lo crees ni tú. - Seguro que sí, si se te ve en la cara. - ¿Joven túuuuuu? Con esas cacho de arrugas... La personita a la que me refiero de lejos, parece una chica menuda y perdida, vestida de cualquier forma con unas Vans, unos

Noches oscuras

Hace muchos, muchos años, en un reino junto al mar habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee y crecía aquella flor sin pensar en nada más que en amar y ser amada, ser amada por mí. Éramos sólo dos niños mas tan grande nuestro amor que los ángeles del cielo nos cogieron envidia pues no eran tan felices, ni siquiera la mitad, como todo el mundo sabe, en aquel reino junto al mar. Por eso un viento partió de una oscura nube aquella noche para helar el corazón de la hermosa Annabel Lee, luego vino a llevarsela su noble parentela para enterrarla en un sepulcro en aquel reino junto al mar. No luce la luna sin traermela en sueños ni brilla una estrella sin que vea sus ojos y así paso la noche acostado con ella mi querida hermosa, mi vida, mi esposa. Nuestro amor era más fuerte que el amor de los mayores que saben más, como dicen, de las cosas de la vida ni los ángeles del cielo ni los demonios del mar separaran jamas mi alma del alma de Annabel Lee. No luce la luna sin traermela en sueño

Mutando a vampiro; prepárate Bella Swan, que voy

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Después de muchos días de lluvias, hoy domingo luce un sol luminoso y molesto. ¿Y para qué sirve un domingo de sol en invierno? Para que frunza el ceño cuando intento estudiar delante de la ventana. Quiero nubes. Quiero lluvia. Quiero las mañanas plomizas de diciembre. (Nota mental: Tengo que dejar de releer una y otra vez la saga Crepúsculo)

¡Viernes!

Mi semana es horrible de lunes a lunes por la noche. El martes me parece un paseo. El miércoles es un arrechucho que pasa pronto y del jueves adelante ni me entero. Hoy por fin es viernes, mi día favorito porque doy dos clases de francés (que es lo que más me gusta) y porque el mismo nombre me evoca a siesta y a salir hasta tarde. Para este fin de semana la agenda viene cargadita, verdaderamente, así que contando desde el viernes tarde me gustaría que me diese tiempo a: - Empezar a limpiar el piso, ya que hemos conseguido dar de alta la luz y el agua. - Ordenar. Porque no encuentro los zapatos ni la ropa a la primera. - Pasar a limpio las mediciones del piso para mirar los muebles con "propiedad". - Una vez con las medidad, ir de tienda en tienda de cocinas pidiendo presupuestos a ver si la ponemos pronto. - Empezar a mirar las lavadora-secadoras. - Pedirle al vecino el código de color de la pared para hacernos con un bote para las cosas que van surgiendo. - Llamar a J y pedi

Que no voy drogada, oiga

El martes pasado, al final de la mañana, me empezó a doler la garganta. Dió la casualidad de que en el bolso no llevaba ni un miserable caramelito que pudiera aliviarme el sufrimiento, así que pregunté entre los compañeros a ver si alguien se apiadaba de mí. Alguien me dio un Strepsils, de esos nuevos, los que llevan lidocaína para anestesiarte la garganta y que te alivie el dolor. Me lo metí en la boca y arranqué el coche, diciéndome a mí misma que en unos breves cincuenta minutos estaría en casa y podría tomarme algo si el dolor continuaba. Durante la ruta pintoresca (que es como le llamo al camino donde se cruzan perdices, cochinos, venados y hasta pastores con su rebaño de ovejas) el caramelo se va deshaciendo en mi boca, que se ha dormido sin remedio. Ya no siento el dolor de garganta, cierto; pero tampoco siento el paladar ni la lengua. Es el momento de plantearme un piercing. A mitad de camino me paro en un pueblo para echarle gasoil al ovni. Pongo el bólido cerquita del surtido

Nieva para todos

Últimamente da la sensación de que cada vez que caen dos gotas, sopla un poco el viento o cae una nevadita se nos colapsa el país. Y está claro que no han sido dos gotas, no ha sido un poquito de viento o una nevadita sin más. La metereología del no-hay-cambio climático nos está ofreciendo un invierno movidito. Pero como el españolito de a pie suele carecer de sentido común se coge unas rabietas de lo más infantiles cada vez que no se puede ir a comer al pueblo de al lado porque se advierte del peligro de coger el coche en pleno temporal. Y claro, así pasa lo que pasa, que la culpa la tiene la señora Trujillo que no hace carreteras especiales para nieve y no tiene videncia para prever que va a salir volando el techo de un pabellón, o de que va a formarse un tornado en Málaga y se va a llevar el techo de la estación del AVE porque, como todo el mundo sabe, en todos los países del mundo el Ministerio de Fomento tiene la precaución de construir sus edificaciones a prueba de tornados y des